Con las botas llenas de arcilla
y de escombro los párpados
me duele la mirada
y mi corazón acético
se desangra en la acidez que lo rodea
¿No os duele observar tanto declive?
Amontonados los cadáveres por las calles
como si fuese fiambre humano, basura.
Se llaman rebeldes
(en cada telediario se me hielan las entrañas
y no hay verano que las derrita)
sólo veo
asesinos con otro nombre.
Sandra Gª Garrido
Viktor Gómez, se tomó la molestía de añadir este poema
a su blog, desde aquí te doy las gracias por hacer eco de este grito.
Os invito a a que vistéis su blog http://www.viktorgomez.blogspot.com/
JUSTINIANO 318
Hace 5 horas
12 comentarios:
No se qué luz te podría dejar. En esta ceguera, en este mundo y tiempo de simulacros y traiciones, en esta hora de abisal resistencia. No se que luz buscas, ni si la luz puede, si la luz debe decir el mundo, conocerte o reconocer lo suficiente.
Hay que probar,
ante el mal uso
que de la imagen
y la luz hacen
los sátrapas
osar a lo abierto,
a la intemperie,
a lo delictivo noctivago,
a los pasillos
a las tabernas
a los antros
a las barricadas
a los garages
a las frondas
sin luz.
Los que mueren en la luz
los que mueren en la basura
los que mueren extra muros
dejan rastros en el olor
de una sangre podrida
por olvidos
por deslealtad
por vergüenzas
por sinvergüenzas.
Sandra, quizá lo subversivo y necesario para combatir la hijoputez y mala baba de los cobardes sería cambiar los escenarios del habla, la mirada y el asedio a la realidad, su reconquista.
Tu buen poema a desatado mi lengua borracha de esperanza y rabia.
Gracias a tí, que siempre te pones en primera línea de fuego.
Tu Víktor
(con permiso lo llevo a mi blog)
Preciso y real como la vida misma. ¿Qué quieren escuchar nuestros oídos? ¿Qué ver nuestros ojos? Creo que nunca coinciden con lo sentido por el alma.
Un beso.
lo peor de todo es que el ser humano está creando una lámina, un "tercer párpado" que le protege de toda esta realidad incómoda. y los telediarios acaban siendo asépticos.
hay que luchar contra ello.
un besazo
Y apenas nos movemos, se nos revuelve el estómago, se nos nubla la mirada pero en cierta manera nos atan las manos. Lo que nunca podran atarno es la voz, y la tuya se escucha alto.
Besazo.
Llevas razón. No nos mojamos lo suficiente. Cada día hay más violencia y más agresión. Habrá que remover conciencias y con este poema tuyo lo haces.
Gracias.
Sandra, como siempre, el buen hacer de la palabra te ha tocado, como varita mágica, para traer a la palestra tanta inhumanidad consentida!
Bello poema de denuncia.
El blog de Victor Gómez, no tiene desperdicio, gracias por invitarnos.
P.D:
La frase de Millás sobre la infancia, está sacada de una entrevista que dió, a raíz de ganar el premio Planeta con la novela de título "El Mundo", ahí bucea en su infancia, que le marcó para siempre.
Nació en Valencia, de orígenes humildes, de una familia numerosa, se trasladó siendo niño a vivir a un barrio marginal de Madrid.
Amiga mil besos!
Duele....es cierto, duele.
Un abrazo Sandra desde acá, donde también abundan los asesinos con otro nombre.
Desde luego que pronto será el pasado, me siento venerado por tu linkeo, por ser en este instante una luz en la oscuridad.
Gracias por ser quien? y por estar.
Un abrazo, lento y tenue, con deseos cálidos al fin. Dani....
muy keniata
bueno!
saludos!
SANDRA, NOS DERRITES CON ESTOS POEMAS
ABRAZOTE FUERRRRRTE
el Kebran
Pues si que duele, todavía duele, pero a este paso, de común, nos vamos a acostumbrar a ver el dolor... y eso sería terrible, lo peor que nos podía pasar
Parece que a todos nos llegan igual las noticias...con mucho dolor.
Gracias por hacer eco de este grito
besos
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