domingo, 21 de agosto de 2016

CRUCES

¿sí rompiera las puertas de la carne   
y las cruzara huyendo-hacía ti?

¿y si extrajera -esta Mortalidad-
y auscultara donde duele-
Basta eso- y entrar así en las aguas libremente?

Emily Dickinson  


1


DOLOR

Me hice pequeña
tan diminuta
que grande y valiente
huía desbocada.

Me hice tan pequeña
en manos desconocidas
que no vi la bondad.

¡ qué ciega es la luz en noches de dolor!


2

DESPEDIDA

Cuando te alejes
y una lágrima te recorra
seré yo
temblorosa y cristalina.

No llores   
sonríe el reencuentro
y abrázame como el tallo a su raíz.




Sentí un funeral en mi cabeza
los dolientes que iban y venían,
pisaban – y pisaban
hasta que pareció que el sentido
se iba abriendo paso.

Emily Dickinson



3



SEÑALES

Nada es nuevo 
ya conocía el dolor que conversa con el miedo
forma una nube densa .
Rígido todo el ser
se cree a salvo
pero quiebra como un madero 
manteniendo a flote las señales.






4

A SALVO


Dormiré sin un murmullo
ya el sueño
nos mecerá
sobre la enredadera que nos une.

No te preocupes.

Las montañas
rodean estas paredes
y protegen
todo cuanto aúnan.






3 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Bellísimos momentos, Sandra. Me encantan.
Un abrazo por cada uno.


(quita ese acento en "cree" del 3º)

Francesc Cornadó dijo...

Realmente nos une una enredadera. A veces es la red de una tarántula, otras veces una malla virtual o un entramado de odios y venganzas y algún amor entristecido.
Salud
Francesc Cornadó

lunaroja dijo...

Leyéndote,siento algo como onírico en tus versos, pequeños saltos,como cuando sueñas, donde aparentemente nada está relacionado,sin embargo como tú bien dices, hay una enredadera que mantiene cada sueño al resguardo,y con su significado. Precioso.