Sobre el acero
se acuestan mis ojos
helados
se visten de lágrimas
no quieren levantarse
de ese frío lecho
Mirar acuchilla el aire
y vence la desidia.
Los cuartos de luna
tristes oscurecen
a palpitos
tiritan los últimos ecos
que aún sacuden
y zarandean las membranas
por las que se escapa
tu nombre.
No quedan lirios
que adornen la noche
ni motas en el espejo
donde esconder las ojeras
no quedan velas
para vaciarme en su llama
ni alfombras para cubrir
la pelusilla adormecida.
Las palabras bajaron
en la estación del éxodo
en un paréntesis
toman la primera fila
y esperan permiso
de mi
de este dictador
llamado orgullo.
se acuestan mis ojos
helados
se visten de lágrimas
no quieren levantarse
de ese frío lecho
Mirar acuchilla el aire
y vence la desidia.
Los cuartos de luna
tristes oscurecen
a palpitos
tiritan los últimos ecos
que aún sacuden
y zarandean las membranas
por las que se escapa
tu nombre.
No quedan lirios
que adornen la noche
ni motas en el espejo
donde esconder las ojeras
no quedan velas
para vaciarme en su llama
ni alfombras para cubrir
la pelusilla adormecida.
Las palabras bajaron
en la estación del éxodo
en un paréntesis
toman la primera fila
y esperan permiso
de mi
de este dictador
llamado orgullo.
19 comentarios:
Se ha borrado el mensaje que habia dejado!!!
Bueno pues repito: Las palabras Sandra pueden volver a subir al tren en una estación diferente, en la estación de los reencuentros, se trata de darle esquinazo al orgullo y tú eso sabes hacerlo.
Un besazo enorme junto con un abrazo aún más enorme
Qué bien descrito. Hay momentos en que uno desea hablar, pero no puede, no le sale, vencido por una herida no merecida, que le hicieron o que infligió sin quererlo, incluso sin saberlo.
El orgullo a veces es bueno, nos ayuda a mantener la propia dignidad, a no dejarnos pisotear. Pero hay que saber medirlo. Mantenerlo demasiado tiempo también puede hacernos daño.
Hay que saber cuándo dar el primer paso y quién debe darlo (a menudo el más inteligente, creo yo). Y también saber aceptar el perdón del otro.
bss
ETDN
Mal jefe es el orgullo, de lo peor que hay, aunque se vista tan hermoso como aquí.
Besos.
Si nos entregamos, y resultamos apaleados, surge nuestro pequeño recurso, el orgullo, el cual gana un pasito mas. Como todo, es bueno en pequñas dosis, pero mucho puede intoxicarnos.
Saludos
Santy
De vez en cuando hay que cambiar el sistema de gobierno.
La página de Maribel Sánchez me empujó hasta llegar a la tuya y confieso, estoy aprendiendo a leer poesía gracias a textos como el tuyo.
Un saludo lejano
El orgullo consigue que nos perdamos tan buenos momentos... Una visión muy intimista y llena de buenas imágenes Sandra. Me ha encantado leerte. Un besico!!
Hola sandra,
¿cómo andas? Es un placer ver que visitas el blog de Creatura.
Acabo de ciolgar un nuevo post después del de bardem por Kebran. pasate por allí si puedesm, a ver que te parece. Un beso muy grande
Deja al espejo que diga realidades
pues tú eres realidad y no reflejo.
hola sandra
no es mi mejor día
para comenter nada
pero me guardo tus letras para más
tarde.
pero en cambio si es buena hora
para mandarte un bso aunque sea.
Maribel, y subieron creeme, aunque se apelotonaron todas en la puerta y al salir fueron como un volcán, ya está todo bajo calma.
ETDN, Sí a veces debemos serlo , es parte de la dignidad humana, pero como todo en esta vida con buen equilibrio.
Toro, HE echado al jefe, sobretodo no son buenos cuando son dictadores.
Santy, Tú lo has dicho quien se entrega por completo suele salir herido, pero aún así no conozco otra forma de ser.
Lucas, Cambiado el sistema de goberno..ahh y aplicate el cuento, jejeje :)
Un abrazo a todos
Pejohergon, bienvenido a esta casa, y además de la mano de una buena amiga, espero volver a verte, y en cuanto tenga tiempo pasear por tu casa también.
Elisa, acabas de decir exactamente lo que he sentido, la perdida de los bueno, mientras nos colocamos un morro y un tonto enfado en la cabeza.Esa ha sido mi sensación.
Creatura, aunque no siempre os comente, por falta de tiempo, estáis siempre entre mis lugares de retiro y descanso.
Chechu, y he aquí los resultados de esa realidad que me habitaba...ya me he vuelto a encontrar.
Gsus, Supongo que entiendo tu estado de ánimo, cuando alguien pone todo en lo que cree y hace con entrega, duelen resultados desfavorecidos..pero quedate con lo esencial... tu presencia aquí es más que suficiente.
Un abrazo a todos.
Orgullo, si, pero sólo en las dosis necesarias y debidas; el límite es muy fino y tendemos a caer al otro lado, y el retorno a la humildad, a veces, es tan dificil....
Sandra, gran poema. Visito tu blog gracias a Ramón que me ha hecho conocer a grandes poetas, como tu, maribel(pd:felicidades)dioni, et alt, si no dejo comentarios es por que soy un lobo estepario que prefiere la fría estepa a decir obviedades. Pero hoy haré una excepcion. Me encantan tus metáforas, como la de"los ojos se visten de lagrimas", me vas hacer aullar a la luz de la luna.
Pues deja en el amdén el orgullo y toma el bello tren de las palabras. Tú sabes hacerlo y yo, espero que lo hagas.
Besos
El orgullo son barreras que nuestro ego eleva hasta la estupidez.
precios poema.
Un saludo y espero que puedas visitarme.
Ese orgullo es más peligroso que el tren que se acerca por la vía.
Manuel, que bien andado tienes ese terreno, tenemos que apnreder a ser humanos.
Lobo, pues me alegro de que así sea, a mi si que me gusta dejar huella..pero sé de tus estepas y araucaria.
Trini, asunto zanjado.Ya he vuelto a reencontrarme.
Lanobil, bienvenido, claro que pasaré or tu casa, será un placer, asimismo espero te sientas agusto en esta.
PErsio, bienvenido, por aquí y subete al tren , para bajarnos de ese orgullo.
UN abrazo a todos
sigo licuado y ahora enviado a lo más profundo, hay oscuridad pero veo una esquina donde un farol indica otra vía para tomar un tren, ¿te apuntas?
un beso
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