
Recluida entre los huesos.
El rojo se torna tenue
el verde huye de mí.
Pueblan sombras
El rojo se torna tenue
el verde huye de mí.
Pueblan sombras
acechan sigilosos los fantasmas
y el brillo, apagado,
nebulosa aún por nacer.
Chirría una armónica.
Todo se cubre de polvo.
El viejo oeste
persigue los matorrales,
bolas enormes de pinchos.
Las canciones más rancias
apestan, se adhieren a la piel.
y el brillo, apagado,
nebulosa aún por nacer.
Chirría una armónica.
Todo se cubre de polvo.
El viejo oeste
persigue los matorrales,
bolas enormes de pinchos.
Las canciones más rancias
apestan, se adhieren a la piel.
9 comentarios:
Sandra:
Te quiero llevar flores,
lirios azules y bugambillas
multicolor,
dulces canciones
pobladas de nanas,
un río con manatial
que bordee tu vida
llenando tus oídos
el agua cantarina
Y un verde valle
donde puedas correr
gritando al cielo:
Que eres feliz!
Un fuerte abrazo Sandra:)
Tu poema y el comentario de Sybila son preciosos.
Un beso Sandra.
SANDRA:
Qu� ritmo!... yo tambi�n he sentido como algunas canciones se adhieren a mi piel...para siempre.
Te mando un abrazote.
Carla.
hay sonidos que se pierden en uno, hay paisajes que solo hacen que nos perdamos en ellos.
HERMOSO!
besos
Un poema donde lo negativo termina engacnado al lector. La imágen del viejo oeste me ha encantado.
Un abrazo!!
Hermoso poema Sandra /que entra sin dudas al interior de uno sin pedir permiso alguno/ logrando inmediatamente un vuelco/un vaiven en el estado de animo/y se recuesta en uno/hasta creerlo necesario.
Un gran abrazo Sandra.
Dani..
Si entras en mi blog, verás que te ha tocado.
Besos.
Recuerdo un tiempo en que mi hija me "prohibió" oír canciones rancías; me perjudicaban la salud...
Besos
Impactantes imágenes que van diluyendo los primeros colores....hasta apestar el alma.
Besos Sandra
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