¿Dónde encontrarlo? Me hablas de secretos y
lugares divinos. Me hablas de un todo y un ser que no pesa. Me hablas de amor de
plenitud y sólo hallo errores. Acantilados. Fosas. Ego y más ego. Túneles
oscuros y luz cegadora.
¿Dónde está la calma? ¿Dónde la ballena que se alimenta de
placton? ¿Dónde el placton que de un bocado se traga el océano? Me hablas de
cambios. Escucho. No hablo. Escucho demasiado. Oigo un interior tan hueco, tan
de espanto. Devuelvo las palabras a la fosa porque hacen mucho ruido.
Dejaré de escucharme. Voy a escuchar lo que me rodea. No hay
ciudad; sólo rocas mudas. No hay tráfico; sólo olas y mucho mar, montañas y matorrales,
murmullo de viento. Arena fría, arena húmeda. Escarbo. Arena caliente. Soy una
parte más de este universo y el verso se enreda y nos besa y nos ama y nos
agradece y vuelve a ser verso. Me muestra el cambio y un amanecer consciente. Un
espíritu libre de emociones. Libre de cadenas, de materia y suicidio. Allí cerca
de unos labios, de manos desnudas, de figuras redondas. Libre de todo y nada. Porque
la nada, la partícula, la antimateria, el agujero dentro del agujero. La caricia
libre, la sonrisa acariciadora, el horizonte y su extenso alejamiento, el
horizonte y yo.
Yo egoísta. Egoísta en vaciarme. Egoísta en llenarme para
después darme a todos. Poesía ciega, poesía vidente. El eco lleva tiempo
retumbando en la misma canción.
Sutil y despacio una hostilidad descubre verdades y las
hojas se parten en un crujido revelador. Lo ves, lo estás viendo pero no lo
miras, lo oyes pero no lo escuchas. Observa las cenizas que caen del volcán,
las partículas de luz que traen las luciérnagas, el fuego y sus brasas, el
calor y los rescoldos, la inmensidad de la montaña y lo pequeños que somos. Somos
grandes al quitarnos el paracaídas, los arnés, la red y la máscara de los
ojos. Forma parte del todo.
6 comentarios:
la Poesía es todo augurio
es oráculo efectivo
no nos cabe la duda
ella nos conoce y también nos inventa
abrazos Sandra
bella semana
Conscientes de que más allá de este instante, no existimos. Más allá del ruido ensordecedor que nos inunda, está el silencio que nos habita y que como tu poesía aletea enrabietado deseando ser escuchado con la suavidad de una hoja aplastada por .. sí, tienes muchísimas razón ... ¡¡toneladas de egos!! ¡¡trillones de millones enormes de mogollones de egos!! jaja que nos inundan de dentro a fuera y de fuera a dentro... de eso sí que soy muy consciente y de que escribes desde el fondo de tu consciencia plenamente consciente y además ¡fantásticamente bien!
Un beso plenamente consciente y mi enhorabuena Sandra!
Oyes el silencio?,
solo podemos escucharnos
al dejarnos de escuchar.
Saludos ;-)
Los comentarios no sirven cuando te incendias los cabellos y el espermicida de los justos no da para más. Enmarco tus versos y los hago míos, más propios que nunca y plenamente satisfactorios. Remueven la bilis!!!
Recuperar nuestra propia voz, esa..a la que hemos ido cercenando a fuerza de no permitirnos sentir, de no parar a respirar,y encontrar nuestro sitio.
Precioso tu texto,emocionante, y como siempre tocando el alma!
es cuestión de elegir el momento y dejarlo que nos releve en nustras (in)decisiones, Sandra
besos
Publicar un comentario