lunes, 24 de agosto de 2015

CONSCIENTE



 ¿Dónde encontrarlo? Me hablas de secretos y lugares divinos. Me hablas de un todo y un ser que no pesa. Me hablas de amor de plenitud y sólo hallo errores. Acantilados. Fosas. Ego y más ego. Túneles oscuros y luz cegadora.

¿Dónde está la calma? ¿Dónde la ballena que se alimenta de placton? ¿Dónde el placton que de un bocado se traga el océano? Me hablas de cambios. Escucho. No hablo. Escucho demasiado. Oigo un interior tan hueco, tan de espanto. Devuelvo las palabras a la fosa porque hacen mucho ruido.

Dejaré de escucharme. Voy a escuchar lo que me rodea. No hay ciudad; sólo rocas mudas. No hay tráfico; sólo olas y mucho mar, montañas y matorrales, murmullo de viento. Arena fría, arena húmeda. Escarbo. Arena caliente. Soy una parte más de este universo y el verso se enreda y nos besa y nos ama y nos agradece y vuelve a ser verso. Me muestra el cambio y un amanecer consciente. Un espíritu libre de emociones. Libre de cadenas, de materia y suicidio. Allí cerca de unos labios, de manos desnudas, de figuras redondas. Libre de todo y nada. Porque la nada, la partícula, la antimateria, el agujero dentro del agujero. La caricia libre, la sonrisa acariciadora, el horizonte y su extenso alejamiento, el horizonte y yo.

Yo egoísta. Egoísta en vaciarme. Egoísta en llenarme para después darme a todos. Poesía ciega, poesía vidente. El eco lleva tiempo retumbando en la misma canción.

Sutil y despacio una hostilidad descubre verdades y las hojas se parten en un crujido revelador. Lo ves, lo estás viendo pero no lo miras, lo oyes pero no lo escuchas. Observa las cenizas que caen del volcán, las partículas de luz que traen las luciérnagas, el fuego y sus brasas, el calor y los rescoldos, la inmensidad de la montaña y lo pequeños que somos. Somos grandes al quitarnos el paracaídas, los arnés, la red y la máscara de los ojos. Forma parte del todo. 

6 comentarios:

lichazul dijo...

la Poesía es todo augurio
es oráculo efectivo
no nos cabe la duda
ella nos conoce y también nos inventa


abrazos Sandra
bella semana

María dijo...

Conscientes de que más allá de este instante, no existimos. Más allá del ruido ensordecedor que nos inunda, está el silencio que nos habita y que como tu poesía aletea enrabietado deseando ser escuchado con la suavidad de una hoja aplastada por .. sí, tienes muchísimas razón ... ¡¡toneladas de egos!! ¡¡trillones de millones enormes de mogollones de egos!! jaja que nos inundan de dentro a fuera y de fuera a dentro... de eso sí que soy muy consciente y de que escribes desde el fondo de tu consciencia plenamente consciente y además ¡fantásticamente bien!

Un beso plenamente consciente y mi enhorabuena Sandra!

Dylan Forrester dijo...

Oyes el silencio?,
solo podemos escucharnos
al dejarnos de escuchar.

Saludos ;-)

mailconraul dijo...

Los comentarios no sirven cuando te incendias los cabellos y el espermicida de los justos no da para más. Enmarco tus versos y los hago míos, más propios que nunca y plenamente satisfactorios. Remueven la bilis!!!

lunaroja dijo...

Recuperar nuestra propia voz, esa..a la que hemos ido cercenando a fuerza de no permitirnos sentir, de no parar a respirar,y encontrar nuestro sitio.
Precioso tu texto,emocionante, y como siempre tocando el alma!

P MPilaR dijo...

es cuestión de elegir el momento y dejarlo que nos releve en nustras (in)decisiones, Sandra

besos