Abandonada en una esquina de la incertidumbre.
El silencio hiere más que las palabras.
Una sola señal,
tira de la lengua a la equivocación
y cada paso, un hilo de esta madeja.
II
Juegan al escondite
unas escaleras a no se dónde.
Desdibujados vestigios,
se desvanece la vuelta.
A lo lejos un piano afónico
dedica una sinfonía al destiempo,
me orienta hacia el norte de ninguna parte.
¿Serán los peldaños del futuro?
III
Trepa la vida mientras la muerte repta,
salvaje, sube una escalera de cipreses,
huye porque desea vivir.
La oquedad se oculta tras una mueca
su estrategia sólo sirve de aplazamiento.
El silencio hiere más que las palabras.
Una sola señal,
tira de la lengua a la equivocación
y cada paso, un hilo de esta madeja.
II
Juegan al escondite
unas escaleras a no se dónde.
Desdibujados vestigios,
se desvanece la vuelta.
A lo lejos un piano afónico
dedica una sinfonía al destiempo,
me orienta hacia el norte de ninguna parte.
¿Serán los peldaños del futuro?
III
Trepa la vida mientras la muerte repta,
salvaje, sube una escalera de cipreses,
huye porque desea vivir.
La oquedad se oculta tras una mueca
su estrategia sólo sirve de aplazamiento.
Sandra Gª Garrido
10 comentarios:
¡Sencillamente...maravilloso!
Me quedo aqui, me regodeo en tu palabra.
Besos,
Migdalia
El silencio es una de las armas más destructivas, sin duda. Y las huidas, aunque se produzcan buscando la vida, nunca se sabe si alcanzarán su objetivo. La verdadera vida sólo se produce en los encuentros, aunque, a veces, para sobrevivir y dejar vivir terminemos por decidirnos por la huida.
Un abrazo.
Es cierto la estrategia que usamos para despistar ,a la que trepa, por los cipreses,es sólo un aplazamiento.
Lo interesante es no saber cuánto durará en el tiempo. Mientras tanto usemos la vida a plenitud para los sentidos...
Un fuerte abrazo.
Precioso poema.
me gusta esa escalera que juega al escondite... bonita metáfora. es como una lámpara que alumbra los versos por el escondite. un abrazo.
Migdalia, me alegro mucho de encontrarte en mi palabra.
Un besazo
Al menos amí , Rafa, me duelen más que las palabras afiladas.
La huida, sin duda, no es buena estrategia, pues más tarde nos enocntraremos con nuestros propios fantasmas.
Un abrazo
Sandra
Tienes razón Sibyla, pues he vivdo muy de cerca esa otra cura, cuando uno sabe que le llega su hora, fue con mi padre no hace mucho, entró en el hospital y le diron poco tiempo de vida, esa agonía no se la deseo a nadie.
Un fuerte abrazo
tx, si supieras que ese fragmento se lo debo a un sueño, esas escaleras que busco sin eoncotrarlas, nunca supe su significado, que seguro lo tendrá.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo
Los versos finales me son conocidos Sandra, si el pc no me hubiese hecho la mala pasada creo que tendria por aquí "la versión" original, pero por lo que recuerdo, veo que lo has trabajado a fondo y como no habría de ser: PERFECTO.
Besos
Maribel, el PC tal vez te traicione, pero no tu memoria que la tienes intacta.Te fijaste bien, ya ves tirando del cajón.
Un abrazo
Sandra
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