lunes, 1 de octubre de 2007
Viajo a lomos de un depredador.
Tus ojos insolentes ahondan el silencio
hunden su mirada curiosa;
alfileres por mis costado.
Un hemisferio zurdo me contempla
Perdurables discípulos del morbo
moribundos espectros en propia lobreguez.
En un encogimiento, volteo mis pupilas,
mirada intro-vertida me contempla
anverso al aire
viajo en el lomo de un depredador
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6 comentarios:
uy uy uy este poema lo escribiste un lunes? bueno sea el día que sea........ es como tantos otros. GENIAL.
Besazos
Muy buena alegoría. Me ha encantado... y me ha llenado de pavor. Y es que sus dentelladas son de lo más sangrientas a veces, sobre todos cuando nos deja varados en el camino y, a pesar, continúa devorándonos.
Un abrazo.
Nada que ver Maribel, lo escribí hace tiempo, por la rabia se acabó el perro ¿o era al revés?
Ya vés hay que vestirse de lobo , a veces, para ocultar al corderito que llevamos dentro, jejeje
Un beso guapetona.
Pues sí Rafa, aunque teniendo unas buenas manos cerca que sean capaces de hacer un buen torniquete en el alma, la sagre cesa y los ríos se tornan de nuevo critalinos.
Abrazo de osa .
Sandra
Libras
así
la carne
despellejada
y
pones
sobre
la herida
una sal
de voz
una bandera
sin patria
para
guiar
el retorno
de un
"ave raris"
a la
no señalada
isla
del quicio.
Tu Victor
Pues Viktor, sí tu lo dices y lo dices tan bien, no voy a negartelo yo.
A veces, hay que cubrise con escudos de fuegos contra miradas fusiles.
Un abrazo
Sandra
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