martes, 19 de febrero de 2013

CASTIGO


El latido y palpito húmedo ,

no se muestra indulgente al reclamo

 y frustrado el jadeo queda mudo,

 anhelando el alivio del labio,

de la caricia presurosa,

 del contacto con las almas.

 

La tortura duele en el vientre

 rezuma en la ansiedad de la madrugada.

¡Ohhh! que dolor tan placentero

Inunda la sangre de miradas,

 desnuda la piel a tirones,

muerde los poros

y lame las ganas. 

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