Aún recuerdo al lagarto piruleta
recitando los versos de Espronceda
con sabor a fresa en la boca
y la mirada llena de
magia
cantaba como un pirata
sin apenas
despeinarse.
Hoy tu mirada, llena de dudas,
un cielo inmenso de ansias,
temen crecer,
tu inteligencia te advierte
y te recuerda tu cuento favorito
tantas noches hemos soñado
con Nunca Jamás
tantas otras convertidos en calabaza
y perdiendo un zapato de cristal.
No temas hijo mío, porque la vida es hermosa
y sabrás mirar su poesía.
Yo tan sólo te acompaño de la mano, tus pies son tus pasos,
y caminando firme
harás un buen camino
va siendo hora
de observarte cercana.
Siempre aquí
a tu lado.
Siempre tú.
7 comentarios:
Qué encanto! Beso
Tú dejas tu luz.
Ah, qué lindo. Me enternece!
Quién sabe si cuando seas una viejita no sea él quien te cuente sobre el lagarto Piruleta y ahí le preguntes: Ese quién es!
La foto es her-mo-sa, qué ojazos.
Un abrazo Sandra
Uy, ahora que lo leo veo la redundancia de "quien".
jiji
:)
Cuanta ternura.
Besos.
gracias por las palabras, lo que compartimos por este medio no tendría sentido sin lectores que tomar presencia.
Alguna vez seré viejita y el lagarto piruleta me hará abuela, para inventar de nuevo historias de piratas. ;)
buen findeee
hermoso y lleno de amor este poema Sandra y es que los hijos son nuestros magos
ellos nos dan fuegos y colores para pintar nuestra realidad
ellos seguirán sus vuelos y también tendrán heredad que les den fuego y color
ciclo y aprendizaje en esta humanidad
abrazos
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