lunes, 1 de diciembre de 2014

Partimos el otoño





Partimos los otoños con las manos
y el crujido entre los dedos.
Cae la hojarasca
sin un sentido aparente
pero se ordenan
uno a uno
todos los colores bajo los zapatos.

Dentro de la suela
cabe el ocre del atardecer,
un millón de vida muerta
crece viva bajo la tierra.
Cae un sol tímido
antes del invierno
que sopla fuertes nombres
depositando tormenta.
Llueven horas
y pasado
enfermamos de nostalgia
y nos escuece
el muñón que nos dejaron
en el vértigo del vientre.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Síu ´´´si...probando, probando..coño esto no funciona...ah...Hola, qué tal, que, pasaba por aquí y he visto abierto y digo, yo, voy a entrar. Y he visto esa luz. Ya sabes qué luz.

Me gusta que escribas así de seguidito.

Besitos.

Julio Alcalá Neches dijo...

Un otoño particular.
Doloroso y triste.
Preludio de...

Te envío un fuerte abrazo.

De barro y luz dijo...

Sol tenue y ocres de vitriolo desfiguran el rostro siempre antiguo del otoño... no es melancolía, es hastío ancestral, telúrica angustia, primigenio dolor de un vientre siempre en pleno parto.


Bss

Sneyder C. dijo...

El otoño deja un halo de tristeza en tu poema, los maravillosos ocres de las hojas perecen bajo los pies carentes de un rayo de sol…


Un cálido saludo

P MPilaR dijo...

*como cae, se yergue otro tiempo quebradizo
así,
sin que árboles ni hojas
ni frutas una a una reafirmen que la caída, esta, es alivio consumado*


besos





Sandra Garrido dijo...

oHHHHHHH Billy, Qué tal ? pero pasa sin llamar, aquí estás en casa y más si ves la luz encendida.

Y a mi me gusta que te guste.

P.D Ya me gustaría escribir más seguidito, pero ya sabes, los niños, la casa, el trabajo, la psicología, la enfermería, la la la laaaaaa

Sandra Garrido dijo...

Chés,

TE has quedado a medias, es como dejarme con la miel en los labios, de....
el otoño es triste y me pone triste y me gusta quedarme mirando las hojas que no quieren caer.

Besos

Sandra Garrido dijo...

Sneyder,

Gracias por dejarme tu particular otoño de el mío.

Un abrazo

Sandra Garrido dijo...

Pilar

Directo a la diana, 100 puntos para la maña.

Un besazo

Sandra Garrido dijo...

ainnnsss Luis, que te salté, un brinco mortal, como el otoño que me prestas. Gracias.

Besos

patapalo dijo...

Todo ese otoño que llevamos dentro, todos esos árboles tímidos que tienen miedo a desnudarse.

Mucho viento en tus palabras.

Sandra Garrido dijo...

Querido Jota,
¿has visto lo que dice mis comentarios sobre la luz? Cuando apareces iluminas...
Papeles de viento, papeles de agua, papeles de fuego.
Que más da, si el formato es la palabra y los corazones han perdido la razón.

Te abrazo fuerte

Amapola Azzul dijo...

El invierno se avecina caliente y seco en mi alma, quiero respirar el frescor de tu poesía, Gracias.

Pablo Romero dijo...

Necesito tatuarme este otoño tuyo.

Amapola Azzul dijo...

Yo quisiera partir ya el invierno y abrir una privavera nueva.

Besos.

Felicitaciones, feliz finde.

Sandra Garrido dijo...

Amapola,

Como me gustaría poder abrigar ese inverno, como me gustaría que los corazones no enfermasen, pero hay que dejar que todo muera tras el frío para que la primavera brote con más fuerza.

Un fuerte abrazo

Sandra Garrido dijo...

Pablo, tu pon la aguja y yo la tinta, y tatuaje hecho.

Un abrazo

Verónica Durán González (dientedecoral) dijo...

Escuece, pasa por los mismo colores que las hojas de los árboles caducos, pero no se cae, se queda en el rojo, latente.


Un abrazo.

mailconraul dijo...

Todo tiene un orden y la literatura es una alfombra de hojas: esa nostalgia que barre la belleza con un soplo de vida.

Sandra Garrido dijo...

esas son las que más duelen Verónica, las que no caen, las que manienen el dolor latente

un abrazo

Sandra Garrido dijo...

Raul, todo tiene un orden hasta que nos empeñamos en desordenarlo y luchar contra imposibles o alterar el color del otoño o despertar a los recuerdos que deberían estar dormidos.

Un abrazo