Me quedaré cerca
para acunarte las horas vencidas.
¿Dónde los niños de mirada asustada
Y risas en silencio?
Ahora sé de aquel columpio que mecía su soledad,
de los gritos que acallaban el llanto,
de la mano perdida.
Ahora sé del cordón umbilical
que ata nuestros zapatos.
Enlázame los dedos, caminaremos descalzos
sobre el asfalto del tiempo.
11 comentarios:
Si yo te dijera que me parece muy bueno, no te expresaría suficientemente lo que me gusta tu poema.
Un beso.
no hay caso somos la continuidad vital uno y otros agarrados a la vida
precioso poema SANDRA
feliz fin de semana
besitos
Buen poema Sandra. Me ha gustado mucho el final.
El cordón umbilical que ata nuestros zapatos y el de quien nos acompaña en la horas vencidas y en las horas triunfantes donde reina la sonrisa.
Feliz domingo! Besos
Hermoso. Con esa certeza y sencillez de lo grande.
Besosyternura
Genial estas uniones que explicas como nadie
Las horas vencidas nunca son horas perdidas. Aplaudo tu poema umbilical!!!
Magnífica la imagen del cordón umbilical... que a veces nos pisamos por llevarlo mal atado.
Bss
que bonito
Tu poema me ha encantado. Hoy, en las noticias, no he podido evitar ponerme muy triste viendo a niños aterrados y heridos. Quien pudiera remediar la tristeza de esas vidas.
Ese cordón umbilicar debería saber usarse en todos los órdenes y que nunca se malograra.
Ya sabes cómo me gusta lo que compones.
Un abrazo, Carmen
Me gustan los dos últimos versos, tienen una gran fuerza, Un abrazo.
Ese asfalto del tiempo, es a veces quien nos pisa los talones...
Precioso, de verdad.
Besos, Indark.
Publicar un comentario