El pájaro manso moraba en la jaula, y el pájaro libre en el bosque. Pero el destino había cruzado sus sendas. El pájaro libre cantaba:”Amor, volemos al bosque”. El pájaro enjaulado decía suavemente:”Ven tú aquí; vivamos los dos en la jaula”. Decía el pájaro libre: “Entre rejas no pueden tenderse las alas”.”¡Ay!”-decía el pájaro preso-¿sabré yo posarme en el cielo?” El pájaro libre cantaba: “Amor mío, entona tus canciones al campo”. El pájaro enjaulado decía: “Permanece a mi lado; te enseñaré la canción de los sabios”. El pájaro libre cantaba. ”No, no; nadie puede enseñar una canción. El pájaro enjaulado decía: “¡Ay!” No puedo escapar. ¡Mis alas están muertas!
6 comentarios:
certero a morir en la diana
besitos
Por aquí ha salido el sol.
Murió el gris. Volvió el color.
Besos.
¿Nos estamos acostumbrando a los dardos?
Hay que ponderar que detrás de los pasos grises también arrastramos un cielo y una voluntad adormecida.
Danzando bajo el réquiem del hastío y de las nadas...
Besos, sin dardos.
...y que no se te ocurra perder el paso.
Ilustrativo y real como la vida misma.
Abrazos.
Me gustó mucho la metáfora de la caja de música, si sólo le das cuerda una vez, sólo se le permite un baile.
Besos y abrazos
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