Crece un jardín con una Jacarandá en el centro,
lo rodea la devastación;
piedras derruidas y calladas,
un silencio con sabor a rancio,
muchos rezos
y el aroma de la desesperación.
Los ojos buscan el suelo para ocultar su temor,
los pañuelos cubren las cabezas de las madres,
cubren los rostros de las madres,
cubren cada centímetro de su piel,
qué vergüenza. ¿las madres?
Envasan luciérnagas para prestarles luz,
A los hijos del dolor, hijos embrutecidos.
Los ancianos llevan la tristeza tatuada en sus pupilas
y en su rostro el mapa de la angustia,
la condena surca cada pliegue
que disimulan en sonrisas
para engañar a los niños
que alzan sus manos
y bailan
alrededor del árbol violeta.
13 comentarios:
¿Acaso no es importante disimular la frustración y animar a los niños a jugar confiados?
Chés,
Lo es, así como encontrar algo de belleza hasta en las situaciones más degradantes. Siempre hay algún sentimiento que nos salva.
Un abrazo
A mi me gustan también mucho sus frutos, un beso par ti y feliz semana, Sandra.
La flor es preciosa pero no conozco sus frutos.
Igualmente Disfrútalo
Un besazo
*¡sí, jacarandá, mis reyes, //
sí, que lo encantaban damas
y de niñez vestían*!!
(para el Google+ *a esos hijos como ayes tuerce el desaire solo un amor*
P------R)
besazos, Sandra
no conozco el árbol jacarandá
pero sea el árbol que sea , jugar al rededor de él, abrazarlo y escucharlo es toda una experiencia de vida
besitos y buena jornada
El árbol es otro mundo para quien quiere levantar sus ojos al cielo sin renunciar a las raíces en la tierra.
Bss
Un árbol se alza donde nadie sueña la vida. ¿Es posible que entre la desolación crezca el germen de la esperanza?
Pilar,
Has visto lo que da de si la sombra del árbol violeta.
Los niños siempre reyes.
Besazo y buen fin de semana
Querida Eli,
La vida crece a cada instante a nuestro alrededor,
somos nosotros quienes
no paramos de destruirla.
Dejemos que crezca.
Un fuerte abrazo y feliz viernes!
Luis,
Como me ha gustado, Vivir mirando arriba con los pies en la tierra.
Un besazo gatito
Raul,
Siempre, hasta en un holocausto, en las más inhóspitos situaciones, tras la negación crece una esperanza.
También en la desolación hay belleza, porque hay sentimientos.
Un abrazo
"Al este y al oeste llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste, el jacarandá".
Y mis niños jugaban con sus flores...
Besos
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