En qué lugar nos quedamos dormidos y se quedó la ilusión de un océano
En qué lugar arrojaron las amarras y las redes
Dónde el agua dulce
Dónde el barro que ayuda a sanar
Dónde se apartó el camino del encuentro y la palabra.
Sólo sé que puedo respirar
Sólo sé que existe ahora
Que cada día es una vida que amanece y fallece en el horizonte para renacer cada mañana.
Hubo un abandono eterno al que abrazo
me acuno en el vaivén de mis aguas
Queda respirar
Queda abrazarme
Queda reconciliarme conmigo
Y sentirme afortunada de seguir a mi lado.
2 comentarios:
Muy buen poema. Dar a la ilusión la dimensión de un océano es de antología.
Las preguntas: en qué lugar, dónde el agua dulce, dónde el barro… van dibujando el mapa íntimo en el que sucede la experiencia y el sentimiento.
Te felicito.
Francesc Cornadó
Buen poema y esperanzador en el amor que se recrea en bellas metáforas. Felicitaciones. Salud.
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